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Cómo enfocar y alinear la Gestión Estratégica en tu Emprendimiento

Muchos se preguntan ¿Cómo hago para no solo quedarme en la planeación, y sí conseguir lo que quiero en mi negocio? La respuesta consiste en juntar dos elementos importantes: enfoque y alineamiento.

Enfoque significa que todos entienden, comparten y se concentran en el futuro específico para el negocio(resultado de una buena planeación).

Alineamiento significa que todos participan, aportan y se comprometen a alcanzar ese futuro esperado (resultado de gestionar estratégicamente).


Medir para no echar a perder

Por ahí se escucha que “lo que no se mide , no se mejora”. En lo personal sugiero considerar el pronunciamiento original: “Lo que no se define no se puede medir; lo que no se mide, no se puede mejorar; lo que no se mejora, se degrada siempre”.

Un negocio que sabe qué quiere, que lo plantea de manera clara y específica y valida que se hace lo correcto, no se degrada, es exitoso. 

Este principio destaca la esencia de una buena gestión estratégica. La consecuencia de NO medir y corregir durante el trayecto, cuando aplique, es NO conseguir resultados que se buscan.


3 Puntos para Enfocar y Alinear una Gestión Estratégica

Con esto en mente, basten 3 elementos que ayudan a que la gestión sea exitosa. La idea es fomentar la permanencia de: definición, medición y revisión como los apectos importantes para mantener el enfoque y conservar la alineación.

1.Cuidar lo Importante

Tener establecidos objetivos en áreas clave, a los que he llamado puntos de concentración, permite enfocarse en lo importante logrando que lo cotidiano u operativo no sea una distracción.

Definir correctamente lo importante, además de crucial, ayuda a cuidar que se logre lo que vale la pena, lo estratégico, gracias a la complementariedad de objetivos así como la sinergia entre áreas (también llamada relación de Causa y Efecto entre Perspectivas).

Una de las grandes ventajas de señalar lo importante es que se comunican y delegan responsabilidades clara y efectivamente.  La idea es ejecutar adecuadamente la estrategia.

Es aquí donde todos se enfocan y participan en la formulación de Planes de Acción Estratégicos, identifican los cómos y cuándos a la par que tienen priorizadas las iniciativas relevantes para cumplir los objetivos, comprometiendose a llegar juntos al mismo destino.

2.Medir lo Importante

Definir lo importante es una parte. Al declarar lo que se desea en el largo plazo debe agregarse un esquema de medición.

Así como los Planes de Acción establecen plazos y responsables, incluir seguimiento y monitoreo tiene el propósito de “materializar” los objetivos estratégicos, verificando el avance a lo largo del tiempo.

Obviamente no se trata de medir por medir, conviene vigilar no caer en lo que llamo “reportitis”. Para medir lo que hay que medir se utilizan los indicadores clave de desempeño.

Una meta cuantificable con una fecha concreta es un gran comienzo, validar cuándo se necesita meter el acelerador, es más que relevante.

Este segundo elemento contribuye no esperar hasta el final y averiguar si se pudo o no. Es conseguir que los colaboradores, por medio de los planes de acción, se mantengan alineados en lo importante, en el ritmo y la dirección correctos.

Una sugerencia a destacar: medir no solo lo que ha pasado con indicadores de resultado, también conviene establecer indicadores previsibles.

Los primeros señalan los resultados de las acciones, cómo han sucedido las cosas (efecto). Los segundos identifican dónde hacer ajustes (causa) elevando la posibilidad de alcanzar lo que se espera.

3.Mejorar lo Importante

Con los dos puntos anteriores se tiene definido lo importante y hay alineación para actuar.

Ahora hay que asegurar se llegue a buen puerto, al futuro deseado. Se logra vigilando que el negocio continua en el camino correcto.

Si se Imagina un emprendimiento en que, al cumplirse los plazos de los planes de acción, la meta no se cumple; es muy posible que el esfuerzo se degrade, se echen a perder la iniciativa y el impulso en la organización.

En contraste, la proactividad se canaliza al pasar de medir, a mejorar; de revisar a corregir lo que habrá de hacerse en el futuro.

Así como los Planes de Acción proveen líneas de actuación con tiempos definidos y tareas específicas, la revisión y ajustes continuos son la forma de mantenerse contribuyendo al logro de lo estratégico.


La Clave del Éxito

El primer paso (compartido en: Cómo distinguir una gestión estratégica) es planear con enfoque, de manera regular y disciplinada, compartiendo las decisiones y acciones para cumplir el objetivo institucional.

Tema de interés:

http://masteringmagazineempresarial.com/2018/11/30/como-distinguir-una-gestion-estrategica-para-un-emprendimiento/

El segundo paso (compartido en: Cómo integrar una Gestión Estratégica) implica la existencia de los 4 ingredientes, concretados y ejecutados como paquete y avanzar en conjunto en metasfinancieras, de mercado, de procesos internos y de los colaboradores.

Tema de interés:

http://masteringmagazineempresarial.com/2018/12/06/como-integrar-una-gestion-estrategica-en-tu-emprendimiento/

El tercer paso es medir para mejorar. Así como cada plan de acción ha de conquistar un objetivo estratégico, con los objetivos se avanza en cada área clave, y con la suma de lo que se logra en estas, se llega enfocada y alineadamente a buen puerto.

Un negocio con una meta común, un plan de acción global común y una puesta en marcha y revisión en común, es sinónimo de éxito. Es una forma clara de observar que realiza una gestión estratégica, enfocada y alineada.


Ariel Valero Cruz

Coach y Conferencista Internacional en Gestión Estratégica

Te ayudo a alinear tu organización y tu cadena de valor

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