COMPARTE:

4 Errores al navegar en una Gestión Estratégica

Muchos se preguntarán ¿Qué necesita un emprendedor para tener éxito? Comenzaré recordando que parte de lo que le distingue es el deseo de alcanzar mayores logros, no solo el hecho de iniciar un negocio.

Pensemos en 4 grupos de ellos:

  • Los que no logran visualizar con claridad lo que quieren para el futuro
  • Otros que ni siquiera intentan definir un destino a largo plazo
  • Algunos que se desgastan haciendo mucho sin llegar a ningún lado
  • Aquellos que concretaron su visión y nunca avanzan

Imagina qué tanto forman parte de las estadísticas que conocemos:

  • Que alrededor del 92% de las personas no cumplen sus propósitos de año nuevo
  • Que 75% de las PyMEs en México cierra antes de los 3 años de haber iniciado su emprendimiento

Eso de no saber, o no querer saber, que se es náufrago en un barco que navega sin rumbo, es una suma de errores que pueden evitarse.


¿Por dónde caminar?

Pensemos en dos opciones:

  • Permanecer sin cambio y “rezar” por un final feliz, o
  • Ajustar las velas y navegar a un futuro deseado

Seleccionar la primera implica estar a gusto, en calma, sin promover o aceptar que se modifique nuestra situación actual. Hay quien en esta opción elige renegar y hacerse la víctima, dejando todo al azar.

La segunda alternativa es tomar el control, comprender cuál es el destino y con valentía emprender el camino ajustando las velas para avanzar hacia buen puerto en lo personal, profesional o empresarial.

La invitación es mantenerse en la segunda alternativa sin dejar de asegurarnos que lo que se hace actualmente nos aproxima a donde se quiere estar mañana.

Es cuestión de avanzar, disfrutar y aprender en el camino, con la certeza que cada que se ajustan las velas estamos mas cerca de llegar.

Aún si se decide avanzar y no se tiene definido el destino, o se considera que es momento de clarificarlo, hay solución mientras te acompaño en el proceso.

Es cuestión de ponerse a trabajar en 4 acciones que, al personalizarlas y hacerlas propias, contribuyen a que el viaje sea lo más exitoso posible:

  • Ubicar tú Destino
  • Seguir tú Mapa
  • Ajustar Velas al Navegar
  • Usar tú Brújula

1. Ubicar tu Destino

Un primer error es no identificar cuál es el destino principal.

Me refiero a asimilar el verdadero propósito (macro propósito) para el que una persona u organización existe.

Es el elemento de herencia y trascendencia en el que tanto experiencias, concimientos, habilidades y talentos se conjugan para servir a un designio superior, no individualista o egoísta.

En lo personal, le podemos llamar propósito o misión de vida; en lo profesional, plan de carrera; en lo empresarial, es el enfoque o concepto de negocio.

Al concretar esta acción, habrás identificado la gran razón de tu existencia (como persona o negocio) y podrás describir concretamente tu “puerto de destino”.

2. Seguir tu Mapa

Otro error es no actuar congruente y consistentemente.

Me refiero a integrar las acciones y logros en el camino que contribuyan a tu macro propósito.

Es el elemento de medición, revisión y ajustes que debes hacer y así afianzar los pilares que van a sustentar tu desempeño y avance.

En lo personal, le podemos llamar integrar el plan para tu proyecto de vida; en lo profesional, especificar las competencias a optimizar; en lo empresarial, establecer el modelo de negocio y el mapa estratégico.

Al concretar esta acción, habrás diseñado el “barco” ideal, e identificarás el equipamiento necesario para realizar la travesía.

3. Ajustar Velas al Navegar

El tercer error es no observar y atender el contexto.

Me refiero a percibir los cambios y tendencias del entorno y adecuarte anticipada y flexiblemente sin perder el rumbo.

Es el elemento de comprender las necesidades e inquietudes de tus clientes y usuarios (internos y externos).

En lo personal, le podemos llamar exploración interpesonal y autodescubrimiento; en lo profesional, medir el desempeño; en lo empresarial, actualizar y estar atentos de la inteligencia de negocios.

Al concretar esta acción, sabras cómo ajustar “las velas” para aprovechar los vientos al realizar la travesía.

4. Usar tu Brújula

El cuarto error es no comprender cuál es tu oferta de valor.

Me refiero a clarificar la esencia de lo que te hace único.

Es el elemento de enunciar simple y contundentemente cuál es tu propuesta de valor única, tu diferenciador.

En lo personal, le podemos llamar aptitudes o talentos; en lo profesional, tus excelencia ejecutiva; en lo empresarial, tu ventaja competitiva.

Al concretar esta acción, tendrás “la brújula” que guiará tus acciones para mantenerte vigente, sabiendo que tu puerto de destino destaca como insuperable por otros.


La Clave del Éxito

La clave se concentra en emprender el viaje en el barco adecuado, navegando con eficacia, hacia un destino específico y contribuyendo de manera única en tus áreas de influencia sin perder el rumbo.

Una persona u organización con una meta concreta (Destino), un plan de acción concreto (Mapa), una puesta en marcha y revisión concreta (Navegar) y un valor agregado concreto (Brújula) es sinónimo de éxito.

Es una forma de observar que se navega exitosamente en una gestión estratégica, enfocada y alineada, sin errores.


Ariel Valero Cruz

Coach y Conferencista Internacional en Gestión Estratégica

Te ayudo a alinear tu organización y tu cadena de valor

Email: contacto@arielvalerocruz.com.mx

Facebook: https://www.facebook.com/arielvaleroc

Linked In: https://www.linkedin.com/in/ariel-valero-cruz-avc-86604214/

COMPARTE: